miércoles, 3 de enero de 2018

Kaixo, ardizain.


BERGER BASQUE
Extraido del libro :


Fernando António Nogueira Pessoa, más conocido como Fernando Pessoa (Lisboa, 13 de junio de 1888-ibídem, 30 de noviembre de 1935) fue un poeta y escritor portugués, considerado uno de los más brillantes e importantes de la literatura mundial y, en particular, de la lengua portuguesa.
 Tuvo una vida discreta, centrada en el periodismo, la publicidad, el comercio y, principalmente, la literatura, en la que se desdobló en varias personalidades conocidas como heterónimos. La figura enigmática en la que se convirtió motiva gran parte de los estudios sobre su vida y su obra
 Habiendo vivido la mayor parte de su juventud en Sudáfrica, donde estudió hasta 1905, la lengua inglesa tuvo gran importancia en su vida, pues Pessoa traducía, trabajaba y pensaba en ese idioma. De día, Pessoa se ganaba la vida como traductor. Por la noche, escribía poesía: no escribía «su» propia poesía, sino la de diversos autores ficticios, diferentes en estilo, modos y voz.
Publicó bajo varios heterónimos —de los cuales los más importantes son Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis—, e incluso publicó críticas contra sus propias obras, firmadas por sus heterónimos.
Fernando Pessoa

 Murió por problemas hepáticos a los 47 años en la misma ciudad en que naciera, dejando una descomunal obra inédita que todavía suscita análisis y controversias.
Fernando Pessoa fue, junto con Sá Carneiro, uno de los introductores en su país de los movimientos de vanguardia en Portugal. Aunque en vida tuvo cierta relación con los círculos literarios, a través de las revistas de la época, su obra no fu publicada hasta después de su muerte, a excepción de Mensagem. Además de su poesía su anotaciones publicadas con el título de Libro del desasosiego, son parte de una obra que ha devenido fundamental para el siglo veinte y que se ha desvelado de una profunda modernidad.
La creación de los heterónimos marcó a partir de 1914 su obra. Los heterónimos fueron diversas personalidades que acuñó el poeta, no pseudónimos, sino auténticas personalidades creativas distintas de las cuales las más destacadas fueron: Ricardo Reis, Álvaro de Campos y Alberto Caeiro, para quienes inventó estilos literarios propios. Frente a la espontaneidad expresiva y sensual de Caeiro, Ricardo Reis trabajaba minuciosamente la sintaxis y el léxico, inspirándose en los arcadistas del siglo XVIII. Álvaro de Campos evolucionó desde una estética próxima a la de Whitman hasta unas preocupaciones metafísicas en la tarea de explicar la vida desde una perspectiva racional.
Pessoa también tuvo un enorme interés por el ocultismo y el misticismo, especialmente por la masonería y los Rosacruces, fue admirador de la obra del excéntrico ocultista inglés Aleister Crowley, y su faceta mística se materializó en su defensa del Sebastianismo. Don Sebastián reinó desde 1557 hasta 1578 en Portugal, su carácter místico lo llevó a intentar la conquista de Marruecos y para ello realizó dos expediciones, murió derrotado en Alcazarquivir, aunque no se encontró su cadáver, lo que alimentó la creencia en esta especie de leyenda-profecía que se llamó el Sebastianismo, y que apareció ante la dominación española cuando Felipe II accedió al trono de Portugal, en ese entonces empezó a rumorearse que el rey no había muerto y que regresaría para salvar a su país. Pessoa fue el último gran sebastianista y el más singular de ellos.

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