jueves, 21 de diciembre de 2017

135 Cantigas de Santa María. Alis y Félix.




En Bretaña había un hombre joven y una mujer joven que se amaban. Habían crecido juntos y habían jurado su amor en nombre de la Virgen.
Sus padres, que eran malvados incrédulos, los separaron contra sus deseos. El padre hizo que su hijo se fuera, y un noble pidió la mano de la mujer en matrimonio.
Su padre la obligó a casarse con otro hombre rico y próspero que había encontrado. La mujer contó su historia a su nuevo esposo, quien prometió ayudarla a encontrar su verdadero amor para poder seguir la voluntad de Dios.
Mientras viajaban por un valle, el noble que había planeado casarse con la niña los atacó. Odiaba a su padre y se apoderó de ella y su marido y los arrojó a la cárcel. Por la noche, intentó tener sexo con la mujer, pero de repente se durmió. Cuando se despertó, la mujer le dijo que no era correcto que la obligara, ya que ella se había entregado a la Virgen y solo se casaría con la persona con la que había hecho la promesa.
Ordenó al noble que la llevara de inmediato a su amada. El noble la liberó a ella y a su marido y se dirigió a su caballo para encontrar al hombre. Lo descubrió en Montpellier y le dijo que se preparara para casarse con su amada, doña Lis. Él le dijo que ya no lo acosaría más y le ordenó que se engalanara con ropas finas. Después de que la pareja le contó toda la historia a Félix, alabaron a la Virgen.


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