viernes, 8 de septiembre de 2017

116 Cantigas de Santa María. Salamanca


Salamanca






Un mercader fue a Salamanca a comerciar en la feria.
 Era su costumbre servir a la Virgen fielmente y ayunar con rigor.
En la víspera de sus fiestas, ni siquiera comía verduras o pescado.
 Siempre solía ofrecer velas en las iglesias dedicadas a la Virgen.
 En Salamanca, hizo que su sirviente trajera dos grandes velas que había traído de Toledo.
 Los había encendido y protegido para que no salieran.
 La Virgen los dejó salir, pero luego los hizo quemar de nuevo.



 

EN SOL MAYOR (G)



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