domingo, 18 de marzo de 2012

La España que fuimos


La letra, con sangre entra. Colegio religioso de Reus en 1910. El analfabetismo en España rondaba el 60%. El castigo físico en las escuelas era habitual. En nuestro país no se prohibió hasta 1985.

La crisis económica, las deficiencias sanitarias, el fracaso escolar, el desprestigio de los políticos... En estos comienzos del siglo XXI, los españoles nos quejamos de un sistema y un país que no funcionan como quisiéramos.

. El último informe PISA no nos dio el disgusto de hace tres años, cuando a los escolares españoles de 15 años les dio calabazas.Pero tampoco podemos sacar pecho. Estamos por debajo de la media de los 65 países de la OCDE y parecemos instalados en el pelotón de los mediocres. ¿Qué nos pasa? Llueven los diagnósticos. Unos echan la culpa a los estudiantes. Mientras aquí tres de cada diez no sacan el título de la etapa obligatoria, en Corea del Sur -los líderes del PISA- trabajan diez horas diarias y están estresados de tantos deberes. El Gobierno coreano entendió, hace unos años, que los estudiantes debían alcanzar la excelencia. Y se puso serio. Los nuestros, entre pitos y «Tuentis», muy estresados no parecen, aunque el paro juvenil supere el 41 por ciento. Otros cargan la tinta en los profesores. Y solo hay que mirar a la otra lumbrera, Finlandia, para que se nos pongan los dientes largos. Allí las pruebas para ser maestro son durísimas. Es una de las profesiones con más prestigio y sueldo y se les tiene un respeto reverencial. Mientras, en España, una encuesta señala que el 70 por ciento de los docentes cree que la educación ha empeorado en los últimos 30 años y más de la mitad reclama volver a la EGB, hoy añorada, aunque en su momento fue tan denostada como lo es ahora la ESO, con fama de coladero. «Pero ¿cómo va a ser un coladero si repite el 36 por ciento del alumnado?», deduce el ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Los críticos replican que las razones del fracaso escolar hay que buscarlas en otro sitio. «Un chico que acababa la EGB a los 14 años sabía más que uno que acaba hoy la ESO a los 16. En muchas facultades de Física y Matemáticas se ha implantado un «curso cero» con el fin de explicar nociones elementales para que empiecen la carrera con un nivel mínimo», argumenta Ricardo Moreno, profesor de Matemáticas en la Universidad Complutense y autor de un manifiesto que reivindica la implantación de un examen global al final de la ESO y otro al final del bachillerato. En otras palabras: la resurrección de la temida reválida, una prueba vinculante en la que el alumno, después de aprobar en su centro escolar, debe demostrar ante un tribunal externo sus conocimientos. Hay profesores que reclaman incluso una prueba al final de primaria que habría que superar para acceder a los estudios secundarios. El asunto también es actualidad en Francia, donde se ha propuesto examinar a los alumnos de 11 años. Para comprobar si estamos peor o mejor en educación que hace años, los invitamos hacer memoria. Que cada cual saque sus propias conclusiones.

1 comentario:

  1. eu fiquei de castigo varias vezes na escola e em casa e não era polemica, em casa cheguei a passar 20 dias trancado no quarto só saia para ir no banheiro, a ultima vez que fiquei de castigo eu tinha 19 anos por ter chingado minha mãe fiquei 3 dias trancado no quarto, hoje vira polemica e as crianças ou adolescentes viram bandidos

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